
Sigue regalándome sonrisas de buenos días. Madruga para observar mi cuerpo mientras se estira y pide tus caricias. Permíteme, déjame quererte hasta doler -de placer-. No dejes que me resquebraje, no dejes que se acaben las razones para dedicarte mi mirada más caliente. Pintemos la vida a nuestro gusto, sin reglas, sin puntos ni comas, tan sólo a nuestra manera...
No hay comentarios:
Publicar un comentario