martes, 20 de noviembre de 2012

Lloro tantas veces como me río. Pero tengo un don que me caracteriza; tengo un don para salir por las mañanas de mi casa a las 6 en punto y decir casi a grito pelado: 'Pues a comernos el mundo que vamos'.
Y sí, te desmotivas, te cagas en todo lo cagable... pero la actitud no cambia, es siempre la misma. Mañana tras mañana, y día tras día.
Si duele, muérdete la lengua y tira para adelante, que ya vendrán peores, pero también mejores.
Y si tienes la fortuna de contar con alguien que sabe hasta el momento exacto en el que te salieron los dientes, que saca ojos por ver una sonrisa tuya... enhorabuena, cuídalo, estás de suerte. No lo dejes marchar, porque no vuelve.
Qué cansada estoy de la gilipollez humana. De la falta de principios, de valores, de cerebro; la escasa personalidad, las puñaladas escondidas detrás de buenas caras.
Los problemas expuestos a voces en mitad del vecindario, pisar al resto para llegar a ser 'algo'. De tanto follar y tan pocas mentes que follarse.
De los 'mi novio me quiere', sabiendo que son las últimas en la interminable lista de tías; y no es culpa de ellos... a ellos ya sabemos por dónde les va el riego...que no somos nuevos.
La culpa es tuya por consentirlo, porque aquí, o te quieres tú, o no te quiere ni dios.

viernes, 19 de octubre de 2012

EL QUE NO PROMETE, PERO CUMPLE.

Consiste en amoldarse, no se trata de cambiar tu vida por nadie. Encajar sin esforzarte.
Porque eres como el café con azúcar por las mañanas nada más despertar, o más bien desayunar besos en la cama.
El primer trago de agua en un día de resaca. Las sábanas de verano, de las que puedes prescindir, pero si no te arropan, no eres capaz de dormir tranquila.
Como las frases subrayadas de tu libro favorito. La melodía perfecta sonando en tu cabeza.
La ducha de agua caliente en pleno invierno. El cosquilleo nervioso recorriendo tu cuerpo. El amor que supera los 90 minutos.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Las inseguridades, el pasado, los miedos, la vida pendiente de un hilo. Las subidas y bajadas, las idas y venidas. Lo que condiciona tus días.
Buscar esos ojos en cada rincón, en cada calle. En las bocas mezcladas con alcohol. Búsqueda fallida. Secuencias repetidas. Se va y vuelve a tu vida.
Ya no sabes si eres la misma. Nada de lo que hubieras imaginado, habría superado esto. 3 orgasmos seguidos, estómago cerrado, uñas mordidas, nervios a flor de piel cada vez que le vas a ver.
Insuficiente -tiempo-, vas borrando el pasado, cada vez hace menos daño; parece que con él de la mano, no puede pasarte nada malo.
Y si vuelven las pesadillas, las lágrimas y la agonía, sabes que él te va a proteger aunque le cueste la vida.
Porque una palabra suya es suficiente para calmarte, porque te abraza tan fuerte que te da igual que todo alrededor se derrumbe.
Y si te estrellas, habrá merecido la pena. Por reír y llorar al mismo tiempo y de esta manera, porque es ÉL y su -jodida perfecta sonrisa-, lo último que recuerdas antes de dormir, y lo primero al despertarte.

lunes, 10 de septiembre de 2012

...Que no quieres despertar nunca más sin su respiración en tu oído.

Lo dulce y lo salvaje, lo efímero y lo eterno en el mismo contexto. Es llorar y reír al mismo tiempo. Es follar y hacer el amor hasta el extremo.
Y a día de hoy, creo que podría vivir el resto de mi vida dormida en su pecho, acariciándole el pelo, memorizando cada milímetro de su cuerpo.
Porque una vez le pedí que no fuéramos como el resto, y eso está haciendo. Tan diferentes, tan perfectos. No me hace falta perderle para darme cuenta de lo que tengo y tampoco voy a decir que no me lo merezco.
Es como pasar de estar en pleno centro de la ciudad, casi sin poder respirar, a estar en el campo respirando aire nuevo; es el suspiro ininterrumpido, perder la noción del tiempo, es sentirte en la puta gloria, acordarte de todas esas niñas que pierden las bragas cada vez que él pasa, y pensar que ocupa el otro lado de tu cama.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Y sí... puede ser que todos estos meses atrás, no haya sido más que una hija de puta utilitarista. O  a lo mejor es que soy honesta conmigo misma, y diferencio lo que quiero, de lo que me apetece. Lo que me llena, y lo que me divierte; lo que me emociona, de lo que simplemente me halaga. "O lo mejor, o nada".
Están los tíos que recuerdas y sonríes, y los tíos que recuerdas, y vomitas.