jueves, 29 de septiembre de 2011
miércoles, 28 de septiembre de 2011
EL CLUB DE LA LUCHA.
To be continued.
Eres el sinsentido, con mayor sentido de mi vida
lunes, 26 de septiembre de 2011
sábado, 24 de septiembre de 2011
Antes del amanecer.
"Cuando antes decías que después de unos años una pareja empieza a odiarse porque ya preveen sus reacciones o se hartan de sus costumbres, creo que para mí sería lo opuesto. Creo que me enamoraré de verdad cuando lo sepa todo sobre mi pareja. Cómo va a peinarse, qué camisa se pondrá ese día, conociendo qué historia va a contar en una situación concreta... entonces sabré que estoy enamorada de verdad".
Y nada más.
martes, 20 de septiembre de 2011
lunes, 19 de septiembre de 2011
El elefante encadenado (Jorge Bucay).
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.El misterio es evidente:¿Qué lo mantiene entonces?¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a alguna tía por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado—
Hice entonces la pregunta obvia:
—Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre— que NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
domingo, 18 de septiembre de 2011
11.
Llega el 19, y lo primero que tengo que decir, es que me encantan los números impares. Sí, no sé por qué motivo exacto, ni por qué soy tan maniática con cosas tan absurdas, pero es así. Hoy, además, el 11 cobra un significado más que absoluto. Y tú, eres el motivo de que signifique tanto.
jueves, 15 de septiembre de 2011
Miradas lascivas.
Sigue regalándome sonrisas de buenos días. Madruga para observar mi cuerpo mientras se estira y pide tus caricias. Permíteme, déjame quererte hasta doler -de placer-. No dejes que me resquebraje, no dejes que se acaben las razones para dedicarte mi mirada más caliente. Pintemos la vida a nuestro gusto, sin reglas, sin puntos ni comas, tan sólo a nuestra manera...
miércoles, 14 de septiembre de 2011
...Y entonces te despiertas una mañana, con una sonrisa que calificas de única, mágica, perfecta... e inconscientemente incorporas el pie DERECHO en el suelo. Llegas al espejo y ya no hay ganas olvidadas, tan sólo una sonrisa a ti misma. Y de nuevo, recuerdas todas esas campañas publicitarias y ese prototipo de -escuálida, rubia, alta- y te ríes a carcajadas. Piensas que no te cambiarías por ninguna de ellas, que no eres perfecta, pero ni te molesta ni te frustra ni te atormenta. TE ACEPTAS. Te aceptas y te quieres con todas las ganas que antes estaban enterradas. Te valoras, y valoras a todas esas personas que tanto te ayudaban y te ayudan. Ves que por fin, toda esa pesadilla ha terminado. Te pones los zapatos más altos, los pantalones más ajustados y después de tantísimo tiempo, vuelves a pintarte de rojo los labios.
Es difícil, pero no imposible.
jueves, 8 de septiembre de 2011
U.
Es en estas veces cuando necesitamos que una persona nos agarre fuerte de la mano. "Esa seguridad irremplazable que nadie más consigue darte..."
En cuestión de segundos, te repones, muestras tu lado valiente, te vuelves más fuerte...
Esto me pasa a mí CONTIGO. Puede haber terremotos, gruñidos, problemas más, problemas menos... pero sé (Y LO SÉ), que tú siempre estarás conmigo.