Amor es esto. Haber estado loca por esa sonrisa toda tu puta vida, y que ahora la veas a tu lado en la cama nada más despertarte .Lo demás,es sólo una imitación barata.

Y es que, cuando veo a los demás, es inevitable pensar en ti. Sé que te gustaría pensar que te tengo en la cabeza cada vez que está tu hueco vacío en el sofá; pero lo cierto es, que cada vez que conozco a un inútil, me acuerdo de ti.
Y también me acuerdo de todos con los que he pasado mucho tiempo, y de cómo tú has conseguido en días, lo que ellos no han conseguido en años.
Suena irónico, pero dudo mucho que alguien más en esta vida pueda besarme hablándome y viceversa.

La vida es vírica, nos enferma poco a poco, nos deteriora casi imperceptiblemente. Cruel, maravillosa e implacable; hasta que una mañana tienes sesenta años y eres el resultado de obsesiones y heridas, de pasiones antiguas, de carencias y excesos. Una lista interminable de pequeñas victorias y derrotas que han hecho de ti ese ser tan veraz, tan genial, y tan despojo.

Prométeme que nunca vamos a ser como ellos.
Que no me vas a decir "te quiero" después de darme un beso; porque sabes que ni lo necesito, ni lo quiero.
Dame esa mirada cuando te levantes por la mañana y me mires en el espejo mientras sigo en la cama. Sigue mirándome como el primer día aunque llevemos años juntos. Cómeme la boca como si fuéramos dos desconocidos que se conocen muy bien y que no tienen nada que perder.
Olvídate de los problemas que no tienen solución, y búscame cuando sí la tengan.
Déjame quererte así, con tu barba de tres días, tus vicios, manías, y tu resaca mañanera.

La verdad es que hay personas que me importan mucho, y otras que no me importan nada.
Todavía no tengo hueco para el punto intermedio.