lunes, 24 de septiembre de 2012

Las inseguridades, el pasado, los miedos, la vida pendiente de un hilo. Las subidas y bajadas, las idas y venidas. Lo que condiciona tus días.
Buscar esos ojos en cada rincón, en cada calle. En las bocas mezcladas con alcohol. Búsqueda fallida. Secuencias repetidas. Se va y vuelve a tu vida.
Ya no sabes si eres la misma. Nada de lo que hubieras imaginado, habría superado esto. 3 orgasmos seguidos, estómago cerrado, uñas mordidas, nervios a flor de piel cada vez que le vas a ver.
Insuficiente -tiempo-, vas borrando el pasado, cada vez hace menos daño; parece que con él de la mano, no puede pasarte nada malo.
Y si vuelven las pesadillas, las lágrimas y la agonía, sabes que él te va a proteger aunque le cueste la vida.
Porque una palabra suya es suficiente para calmarte, porque te abraza tan fuerte que te da igual que todo alrededor se derrumbe.
Y si te estrellas, habrá merecido la pena. Por reír y llorar al mismo tiempo y de esta manera, porque es ÉL y su -jodida perfecta sonrisa-, lo último que recuerdas antes de dormir, y lo primero al despertarte.

lunes, 10 de septiembre de 2012

...Que no quieres despertar nunca más sin su respiración en tu oído.

Lo dulce y lo salvaje, lo efímero y lo eterno en el mismo contexto. Es llorar y reír al mismo tiempo. Es follar y hacer el amor hasta el extremo.
Y a día de hoy, creo que podría vivir el resto de mi vida dormida en su pecho, acariciándole el pelo, memorizando cada milímetro de su cuerpo.
Porque una vez le pedí que no fuéramos como el resto, y eso está haciendo. Tan diferentes, tan perfectos. No me hace falta perderle para darme cuenta de lo que tengo y tampoco voy a decir que no me lo merezco.
Es como pasar de estar en pleno centro de la ciudad, casi sin poder respirar, a estar en el campo respirando aire nuevo; es el suspiro ininterrumpido, perder la noción del tiempo, es sentirte en la puta gloria, acordarte de todas esas niñas que pierden las bragas cada vez que él pasa, y pensar que ocupa el otro lado de tu cama.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Y sí... puede ser que todos estos meses atrás, no haya sido más que una hija de puta utilitarista. O  a lo mejor es que soy honesta conmigo misma, y diferencio lo que quiero, de lo que me apetece. Lo que me llena, y lo que me divierte; lo que me emociona, de lo que simplemente me halaga. "O lo mejor, o nada".
Están los tíos que recuerdas y sonríes, y los tíos que recuerdas, y vomitas.
A mí, personalmente, me PIERDE... desde primera hora de la mañana hasta última hora de la noche. Me pierde cuando me mira, porque nunca una mirada me había besado, cuidado y follado tanto; las manos tratando de impedir que me marche. Lo agridulce. La maldita manía, la costumbre o lo inevitable: querer salir corriendo hacia ti, de nuevo. Detalles. Límites sobrepasados; insaciables. Cansados de lo apático y lo correcto.