miércoles, 14 de septiembre de 2011

Es difícil, pero no imposible.

¿Lo peor?
El descontrol... mentalizarte, en la positiva y en el razonamiento para que no sirva de absolutamente nada, y vuelvas a hacerlo. No ves más allá de eso. Y es ahí cuando sientes miedo. Cuando sientes que tú misma has perdido las riendas y que ya no eres dueña de tu vida.
Cuando levantarte de la cama se convierte en algo más que un infierno. Ese dolor continuo de estómago, mente y cuerpo. La sensación continua de desvanecimiento, largo, lento... rechazo hacia ti misma directo. Te paras a pensar en qué lugar y en qué momento concreto empezó todo esto, dónde quedaron todos esos sueños... y sí, los recuerdas, los recuerdas pero sientes que están tan jodidamente lejos que no eres capaz de ir a por ellos y empezar de 0. Piensas que es mejor dejar pasar el tiempo, que puede que todo esto no sea nada más que un mal sueño, y que el mundo de hace algún tiempo, cuando despiertes, habrá vuelto.

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