Llamadas inesperadas, sueños debajo de la almohada, olor en las sábanas -miedo a que se vaya-, sextos sentidos.
Sangrando la lengua por no soltar un ojalá -estuvieras conmigo-, conteniendo manos que van a buscarte, apretando unos puños jadeantes... tan muertos de rabia, tan vivos de amor, tan ridículamente expectantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario