Me hablas de sexo y de tu pasión, no de un futuro echado en un sillón viendo la televisión. Yo te hablo de sueños, también de defectos, hablo de darte media noche en un mundo perfecto. Puedo, quedarme a tu lado y en ti bien enredada en el despertador de un lunes o en el cubata de un sábado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario