miércoles, 17 de agosto de 2011

My self.

Igual sí, igual soy rara, emocionalmente inestable, inconformista, a veces demasiado sensata y otras demasiado alocada.

Igual soy más de estar en uno u otro extremo pero nunca en el medio. Unas veces en el límite de lo perfecto y otras de lo imperfecto. Y quiero o no quiero, no hay medias tintas ni sonrisa fingida. Y sí, me encanta plantarme el cartel de tonta para darme cuenta de que hay gente muy hipócrita, de cómo la gente se arrima al sol que más calienta, de la pura conveniencia. De las buenas caras que tapan una verdad amarga. Hacer creer que eres delicada y vulnerable, más que una muñeca de porcelana que a la mínima se desarma para que al final terminen por ver que no, que no hay nada que hacer que como mucho una sonrisa y un café. Te ocupas de no perder nunca los mandos y en caso de perderlos encontrarlos y no mirar hacia otro lado.

Puede que desconfíe demasiado (ya sabes, los golpes, que te van enseñando). También puede que me pinte demasiado los ojos y los labios, que me ponga unos vestidos demasiado cortos y unos tacones demasiados altos. Ya ves, mi vida se basa en ni un sólo poco y muchos demasiados, no me arrepiento de ninguno de ellos, ni tampoco de nada de lo que he hecho, todo tiene su momento.

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