lunes, 10 de octubre de 2011

EGO.


Podría llamarlo masoquismo. Me encanta discutir contigo. Me gusta la gente con carácter, con personalidad; estoy cansada de bobos que asienten con la cabeza a todas las sandeces que a veces salen de mi boca. Y no sabes... no sabes las veces que estando sentada con un chico, me han dado ganas de dar un golpe con el vaso en la mesa, y decir: pues ahora pagas tú las cervezas.
Y es que no me gusta callarme -tú lo sabes-. No hay cosa que deteste más que una persona que viene dándote pena... y por pena y porque me haces gracia, ¿Te como la boca y te llevo a la cama...? Cachas de gimnasio que se dejan las neuronas en las máquinas de musculatura. ¿Cultura? Bajo cero. Perspectivas de futuro? Nulas... Ni siquiera es un "querer" a medias...
Y yo, personalmente, me considero una persona extremadamente complicada, retorcida, exageradamente exagerada, sensible hasta el punto máximo, con un cúmulo de cosas en la cabeza que se despilfarran en cualquier instante y de cualquier manera. Dudo lo indudable, lloro sin saber porqué, canso al más paciente... pero sabes? Creo que no hay ni una tía que me iguale. Seguramente todas tengan más tetas, y sean más rubias, y más "tia buena". También las habrá más listas. PERO NINGUNA, Y CREEME.. NINGUNA igualará mi personalidad..., y sí, he de decir que me quiero MUCHO. y mucho más de lo que nunca podré querer a nadie.

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