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Pasan cientos y cientos de personas a lo largo de tu vida... desde que eres una niña. Unas permanecen más tiempo, otras menos... muchas de esas relaciones se deterioran, o símplemente no se les presta el suficiente interés, y se pierden...

Y pasan AÑOS -no hablo de días, sino de AÑOS-. Y llega un día... por casualidad, azar, o a mí en mi caso, me gustaría llamarlo SUERTE, aparece alguien...

Alguien que significó mucho para ti, esa espinita clavada en el pecho. Y recuerdas cada momento a su lado, como si no hubiera pasado el tiempo.

No entiendes porqué termino lo vuestro... no sabes si fue culpa de uno, de otro, o de los dos... pero sufriste como una niña pequeña cuando le quitas su muñeca preferida. Y aún así, aun haciéndote a la idea de que "nunca más", no lo puedes evitar.

Vidas muy distintas, caminos recorridos -casi todos, fallidos...-